Considerando que el gateo es una etapa muy beneficiosa para el desarrollo de las habilidades de tu bebé, te brindamos una serie de recomendaciones para lo cual debes estar preparada:
Haber logrado la madurez neurológica
- Uno de los mitos más grandes es que cumplida cierta edad, el niño debe gatear, debe caminar, debe hablar. Lo real del tema es que hay etapas, independientemente de la edad, pero estas etapas hay que cumplir, de acuerdo a una secuencia de desarrollo.
- Por lo tanto, una vez que el niño se sienta sin apoyo, está listo para ponerse en posición de gateo, primero aprenderá a arrastrarse, el objetivo de esta fase es lograr que el bebé aprenda a coordinar los movimientos de sus piernas y brazos, tenga dominio y control de su propio cuerpo y aprenda a ubicarse y desplazarse sobre su espacio, todo ello es un preámbulo y una preparación para empezar a caminar.
- Cabe resaltar que cada niño tiene sus propias particularidades, es decir no todos gatean a los 7 u 8 meses, algunos lo hacen antes y otros después.
El ambiente:
Debe estar libre. Recuerda que tu bebé acaba de descubrir otra forma de ver el mundo. Hasta hace algunas semanas, sólo veía el techo y los móviles, ahora puede ver todo a su alrededor, por lo que cuando logre la habilidad para hacerlo querrá coger y jalar todo lo que pueda (cuidado con los manteles)
¿Tapizones, alfombras de casa, alfombras de gateo o colchonetas?
- Recuerda que los tapizones y las alfombras de casa almacenan ácaros. Si tu bebé se desplaza en esta superficie puede coger alergias, por ello es mejor no exponerlo.
- En el caso de las colchonetas, su superficie no es muy consistente, cuando lo que requiere tu hijo es precisamente eso, una superficie plana sobre la cual pueda aprender a desplazarse.
- Las alfombras de gateo que compres, deben tener certificado de no toxicidad, son prácticas, fáciles de armar y limpiar.
Adiós chupón:
- El chupón o pacifier (pacificador en inglés), precisamente sirve para cubrir momentos de angustia de tu bebé, pero no para que él lo porte consigo todo el tiempo.
- Ten cuidado de que al momento del gateo tu bebé tenga el chupón como collar o como prendedor, pues podría provocar accidentes.
- Tener también en cuenta que el caso de gatear, y el chupón caer al suelo, el bebé arrastraría el chupón, y podría volver a metérselo a la boca, ocasionando infecciones, sobre todo de tipo estomacal.
Cuidado con los enchufes:
Sabemos, por experiencias cercanas a nosotros seguramente, que un segundo puede ser suficiente como para causar un accidente. Sobre todo porque los bebés en su mayoría buscan las rendijas del tomacorriente, el cual nosotros podemos tapar con un protector especial para tal fin. Se consigue en ferreterías y no es muy costoso.
Nunca solo:
Como una extensión al párrafo anterior, es recomendable no salir de la habitación y dejar al bebé solo pensando que nada malo va a suceder. Es mejor que si uno va a salir del ambiente, llevar al bebé consigo.
El andador no soluciona el “problema”:
Para muchos padres, el que su niño empiece a gatear es sinónimo de problemas, para lo cual optan por comprar un andador donde ponen al bebé y literalmente arreglan el problema. Esto trae muchas desventajas pues el andador no estimula ni ayuda al bebé, porque es preferible que gatee y porque puede producir accidentes.