Sabemos que el deber de todo padre es enseñar a nuestro hijo y, tenemos tanto que enseñarle que a menudo no paramos de hablar y de esa manera no le damos la oportunidad de aprender por experiencia propia.
Existe una fórmula para hacer de él un “compañero sensible”. Para ello lo mejor es usar la fórmula “3a” y así animar a nuestro hijo a interactuar y comunicarse. Le daremos reconocimiento y le haremos sentirse especial al:
•Aceptar que tome la iniciativa
•Adaptarnos para compartir el momento
•Agregar el lenguaje y experiencia
Atender con cariño sus intentos por comunicarse, ayuda a que adquiera mayor confianza en sí mismo, sensación de poder y satisfacción.
Ahora, ¿cómo podemos dejar que nuestro hijo tome la iniciativa la vida diaria? Aquí algunos tips:
•Cuando suena el timbre, queremos abrir la puerta inmediatamente pero si dejamos que nuestro hijo tome la iniciativa, veremos si reacciona al sonido, y cómo lo hace.
•Cuando queremos leerle el libro, queremos leérselo de principio a fin pero si dejamos que nuestro hijo tome la iniciativa, nos hará saber qué es lo realmente le interesa del libro,
•Cuando le damos un juguete, queremos que juegue con el que nosotros le escogimos pero si dejamos que nuestro hijo elija, sabremos con qué juguete prefiere jugar.
“La única forma de averiguar a qué nivel está un niño es escuchando lo que está diciendo. Pero, no podremos oírlo si nosotros estamos hablando”
Por: Lic. Gina Barrera Pérez – Psicóloga Infantil educativa – Magister en Fonoaudiología
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