Muchas de nosotras nos imaginamos que un adicto al sexo es aquel que se pasa todo el día manteniendo relaciones en total descontrol y desconocemos que a veces lo podemos tener en casa y hasta compartiendo nuestra propia cama.
Al respecto, Thally Meckler, terapeuta sexual y de parejas nos explica que un adicto al sexo es cualquiera que sea incapaz de obtener placer sino es teniendo relaciones sexuales.
La diferencia entre una persona que disfruta tener relaciones sexuales, y una que es adicta, es que en cuanto no consigue el objetivo de tener sexo, siente frustraciones y malestares, hasta el punto de, como otras adicciones como drogas y alcohol, producir un síndrome de abstinencia.
Es por este motivo que, efectivamente, los adictos al sexo suelen recurrir a varias parejas o personas que se ven periódicamente. La diferencia es que el concepto de tener relaciones sexuales no está ligado ni al concepto del amor, ni al concepto del disfrute como todos conocemos, está más ligado al satisfacer una necesidad.
Se trata de satisfacer un impulso que anula totalmente a la otra persona, que es usada como un instrumento para lograr ese placer.
Meckler detalla que se ve mucho más en hombres que en mujeres en nuestro país, básicamente por el tipo de crianza que obtenemos cuando somos niños. A las mujeres no se les da mucho chance de ni expresar ni pensar la sexualidad, mientras que al hombre se le incentiva a ser un macho, o un hombre que piensa más sexualmente.
¿Cómo inicia una adicción al sexo?
Existen varias razones y varias teorías. La primera es que pueden ser personas que han sufrido en la niñez o en la adolescencia algún tipo de abuso sexual, Esta persona, al haber tenido esta experiencia, ha asociado el sexo con algo malo, y desliga el amor y eso lleva a que se convierta en una simple necesidad. Los adictos, no han aprendido que el amor y el sexo van juntos, es simplemente una especie de desfogue de estrés. También se habla de causas biológicas y de la existencia de un gen.
¿Cómo afecta a la familia?
Como cualquier otra adicción afecta a toda la familia, amistades, trabajo. El hombre va a dejar de hacer muchas cosas por satisfacer esta necesidad sexual, entonces si tiene que trabajar a las 9, de pronto va a entrar a las 11, porque su vida empieza a organizarse en torno al sexo, en vez de al revés.
¿Tiene algo que ver la masturbación en niños o adolescentes?
No necesariamente, porque el exceso de masturbación, a diferencia de la adicción al sexo, uno no utiliza a otras personas para satisfacerlo, por lo tanto el problema se queda en uno, no afectas a los demás. En cambio, la adicción al sexo también altera la vida de las otras personas
Podría ser un inicio, pero no todas las personas que durante la niñez y la pubertad tienen un hábito de masturbación, van a ser adictos al sexo, no se puede decir que todos serán así.
¿La adicción al sexo tiene cura?
Como cualquier adicción, se puede tratar a muchos niveles, a nivel farmacológico, al menos al inicio, y al nivel terapéutico. Sin las dos cosas juntas, al menos al inicio, es muy frustrante y las personas abandonan la terapia. Hay casos incluso que se necesita internamiento, no la mayoría de veces, pero sucede. En la mayoría de adicciones se trata de trabajar a nivel disciplinario.
La buena noticia es que este es un problema que el adicto sí puede llegar a superar y llevar una vida normal.