¿Y si mi hijo tiene Dislexia?
Si la tiene no se preocupe, pero es muy importante que haga todo lo posible para que su autoestima no se vea afectada por las dificultades con la lecto-escritura.
La dislexia es un problema de aprendizaje que dificulta la lectura, en ausencia de déficits auditivos, visuales o intelectuales.
¿Cuáles son los síntomas?
- El niño confunde letras o palabras, lee palabras parciales (saltándose letras), lee despacio y comprende con dificultad.
- Puede tener problemas similares para escribir.
Por supuesto, todos esos errores son normales en un niño que está aprendiendo a leer; sólo se sospechará dislexia cuando son persistentes, además los problemas específicos de la lectura pueden ser acompañados o precedidos de dificultades en el habla.
Alrededor del 10% de la población sufre dislexia en mayor o menor grado.Probablemente los grados más leves de dislexia pasan desapercibidos en una lengua como la española, que «se lee como se escribe», pero causan más problemas en lenguas cuya ortografía tiene poca relación con la fonética, como el inglés.
¿Qué podemos hacer?
- No reñir ni ridiculizar al niño por sus dificultades con la lectura, ni permitir que otros lo hagan. No lo hace a propósito, ni por falta de interés, ni porque no estudia suficiente, ni porque es «vago» o «no se esfuerza».
- Busque actividades que a su hijo sí le salgan bien (deporte, música, dibujo, jardinería…)
- Facilítele las cosas. Ayúdele con las lecciones y los deberes, anímele a usar el corrector ortográfico del ordenador…
- Exija que los profesores tengan en cuenta su problema a la hora de corregir exámenes y ejercicios, que no le bajen la nota por las faltas de ortografía. Normalmente serán los mismos maestros los que le recomendarán acudir a un especialista en el tema.
¿Cómo se hace el diagnóstico y cuál es el tratamiento?
Ante todo hay que descartar otros posibles problemas, con pruebas de visión y audición. El especialista realizará diversas pruebas específicas para valorar la capacidad lectora.
Por otro lado, el tratamiento va dirigido a mejorar en lo posible el aprendizaje de la lectura, a ayudar al niño a aprender otras materias a pesar de su dificultad con la lectura (puede necesitar, por ejemplo, que usted le ayude a leer el libro de texto y le «tome la lección»), y sobre todo a evitar complicaciones como el fracaso escolar, la perdida de la autoestima o la baja calificación laboral.
Como en muchos problemas de difícil tratamiento, surgen «alternativas» pretendidamente milagrosas. Consulte a profesionales y asociaciones serias antes de embarcarse en tratamientos largos y costosos.
Fuente: http://www.mundotubebe.com