El arte es inherente al ser humano. Fué el arte el que lo acompañó a construírse como ser humano. Lo vemos desde la época de las cavernas. Porque puede entender a través del arte. La posibilidad del niño de poder transformar materiales le da la posibilidad de mover conectores en su cabeza para poder entender el mundo. El niño entiende el mundo a través del juego y del arte, que es también un juego de acompañamiento para poder mirar las cosas de otra manera. Cuando un niño dibuja, está elaborando porque está poniendo en imágenes lo que tiene en su cabeza y al hacerlo lo está ordenando. Coge una cosa, luego otra, luego otra..de todo el mundo que tiene en la cabeza. Como cuando soñamos, en ese momento tenemos muchas imágenes, cuando las coges y las traes al mundo, este producto o este hacer arte te da una ‘respuesta’. Y no es tanto el producto final, sino el hacer arte, el proceso creativo. Puede que el producto no tenga ningún significado pero en el transcurso de tiempo en el que voy a elegir materiales, decidir qué voy a hacer, para qué lo quiero, cómo lo quiero ?, qué utilidad le voy a dar? etc… hay una connotación muy especial.
Por qué cultivar el arte al igual que el deporte? Porque somos seres integrados. El arte te da la posibilidad de entender todas esas opciones. Cuando el niño está triste no va a hacer deporte ni se va a poner a estudiar. La herramienta que lo va a llevar a entender su tristeza es el arte. El arte es un acompañante porque te ayuda a poder descifrar qué es lo que siente. Sentimos todo el tiempo, el ser humano es un navegante de emociones todo el tiempo pero solamente percibimos las emociones cuando son muy intensas, cuando estás muy triste, muy molesto, muy feliz, muy frustrado o cuando tienes mucha rabia. Pero entre una y otra hay muchas emociones.
Una persona saludable es aquella que puede decir lo que siente y comunicar su emoción. Al niño y al adulto el arte lo ayuda a lograr esto. Cuando dibujo o cuando pinto, por lo general hay una razón por la que el rojo está en el dibujo, o por qué uso el rojo, el azul… uno transmite lo que pasa en su cabeza. No solamente el papá que está mirando al niño sino que también el terapeuta o el profesor pueden conocer al niño a través de todos sus proyectos artísticos, de cómo se va formando, cómo evoluciona y como se transforma…
El arte, el color, la percepción, la intuición, todo se despierta con el arte. Es importante que el arte acompañe la vida de la familia, del adulto, del niño, del padre…y poder entendernos con él.
No solamente practicamos el arte en talleres especiales para niños, el sentarte a pintar con tu hijo en casa es una experiencia linda. Forra una mesa de papel kraft y pon crayolas, colores,… Pinten mientras conversen, pinten un paisaje… El hacer arte suelta la cabeza. Cuando dos personas hacen una comunidad de arte, la cabeza se vá soltando. Estamos muy acostumbrados a defendernos mientras pensamos pero al hacer arte el cuerpo y mente son auténticos. Pueden también sentarse a coser u otras manualidades también. Que el pensamiento calme, baje y se quede la acción, asi aflora la emoción y es más fácil poder entendernos.
Por: Georgina Santibañez
Terapeuta en Artes Expresivas – El Pez en la Luna
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