El trabajo de la educación de nuestros hijos viene desde muy pequeños y se va fortaleciendo con el paso de la práctica; sin embargo, con la gran cantidad de influencias externas que reciben nuestros niños, es preciso recordar y reforzar los 3 pilares básicos de su educación para que lleguen más fuertes a su etapa de adolescencia.
Sin embargo, no es sencillo, por la falta de tiempo y hasta de paciencia, por lo que cada día debemos plantearnos como padres reafirmar estos 3 pilares en nuestros hijos:
- Los valores: Estos se aprenden y los padres somos los principales educadores, pues de nuestro ejemplo aprenden sobre el respeto, la perseverancia, el esfuerzo, la solidaridad, la paciencia, la humildad, la bondad y más. Los valores son esenciales en nuestra sociedad, ya que forman nuestra integridad y son necesarios para insertarnos en la sociedad.
- La fe: Lo que no necesariamente puede ser relacionado a la religión, ya que pueden creer en ellos mismos, en el amor que se tienen como familia y aferrarse a ese sentimiento o anhelo. Tener fe en Dios también les ayuda a querer aplicar sus principios en su vida.
- Esperanza: Bien dice el dicho “la esperanza es lo último que se pierde” y es que sin ella no se pelea por alcanzar el progreso y mejorar lo que nos rodea. Los niños necesitan esperanza para seguir luchando por un sueño o propósito que se planteen y ello lo aprenden en casa.
Es complicado que no se vean afectados por los problemas del mundo, que vean que hay mucha violencia o depresión, pero si refuerzas estos 3 pilares en ellos, te darás cuenta que serán lo suficientemente fuertes para seguir adelante y, en vez de caer en depresiones, continuarán firmes.
Publicidad
Fuente: https://www.guiainfantil.com